Estás en una torre de piedra, y en cada piso se encuentra una mesa de billar. No sabes por qué estas allí, ni qué está pasando, pero un ser misterioso te advierte de que debes seguir jugando y ganando, ya que si en algún momento pierdes se “quedarán contigo para siempre”.
En cada piso se te introduce a un retador, al que debes desafiar para poder subir al siguiente piso. Si consigues alcanzar la puntuación, continúas. Si no, mueres. No eres capaz de ver la cara del retador, pero su sombra se proyecta en la mesa de carambola y su cabeza tiene una forma extraña. La sombra de cada retador es distinta.